Reconocimiento de las reacciones a las alergias alimentarias

Las alergias a los alimentos se han vuelto cada vez más comunes en las últimas décadas. Muchos abuelos y padres no pueden recordar ni siquiera a otro niño que conocieron en su infancia que tuviera una alergia alimentaria! Reconocer las reacciones de alergia alimentaria a tiempo puede marcar una gran diferencia en el resultado al mantener una reacción más limitada.

Reacciones al polen en los alimentos

Las reacciones alérgicas a los alimentos pueden producirse de varias formas distintas. Suelen ser fácilmente reconocibles, pero las reacciones más simples pueden ser más difíciles de detectar.

El más leve es el "síndrome de alergia oral" o "síndrome alimentario al polen". Algunas personas alérgicas al polen experimentan picor o sensación de quemazón en los labios, la boca y/o la garganta provocados por determinadas frutas y verduras crudas. Curiosamente, esta reacción alérgica se produce porque los anticuerpos IgE desarrollados contra los pólenes inhalados se unen a proteínas muy similares consumidas en los alimentos.

En el oeste de Washington, los pólenes culpables habituales son el aliso, el abedul o las gramíneas, y los alimentos desencadenantes más comunes son las manzanas, los melones, las frutas con hueso, la lechuga, los guisantes y las zanahorias.

Normalmente, no se necesita ningún tratamiento específico con este tipo de reacción leve.

Reconocer una reacción

Las reacciones alérgicas alimentarias tradicionales pueden variar en gravedad, desde una molestia leve hasta reacciones alérgicas graves potencialmente mortales o incluso mortales.

Los síntomas suelen aparecer en cuestión de segundos o minutos, afectan a la piel y al tracto gastrointestinal, y pueden incluir:

  • Picor o sensación de quemazón en la boca o la garganta
  • Urticaria en la cara y el cuello
  • Hinchazón de los labios o alrededor de los ojos
  • Náuseas y vómitos limitados

En reacciones más fuertes, los síntomas pueden incluir:

  • Una "sensación de fatalidad inminente".
  • Urticaria en todo el cuerpo
  • Hinchazón de la lengua, la boca y la garganta
  • Vómitos o arcadas persistentes
  • Dolor abdominal y diarrea
  • Tos, ahogo y sibilancias

Si es muy grave, los afectados pueden sufrir mareos y desorientación por la disminución de la presión sanguínea y la alteración del bombeo cardíaco.

Qué hacer

La mejor manera de controlar los síntomas de la alergia es evitar los alimentos culpables. Es fundamental preguntar sobre el contenido de los alimentos y leer las etiquetas de los envases, ya que pueden cambiar en cualquier momento sin previo aviso.

Si experimenta una reacción, deberá actuar con rapidez:

  1. El tratamiento de primera línea más común para una sospecha de reacción es la epinefrina, normalmente mediante autoinyector (es decir, EpiPen, AuviQ).
  2. Después de la inyección, llame inmediatamente al 911 para recibir ayuda médica urgente.
  3. Después de llamar, se puede administrar difenhidramina (Benadryl).
  4. Aproximadamente 15 minutos después de la primera dosis de epinefrina, puede administrarse una segunda dosis si los síntomas son graves o no mejoran.
  5. A menos que haya circunstancias inusuales, quédese quieto, para que llegue la ayuda con más epinefrina, oxígeno y otros tratamientos de apoyo.

El mayor riesgo de que una reacción se convierta en mortal es un retraso acusado en el inicio del tratamiento, especialmente después de 20-30 minutos desde el inicio de los síntomas.

Puede encontrar más información sobre cómo vivir con alergias alimentarias a través de FARE en www.foodallergy.org.

Si tiene alguna duda o preocupación sobre una posible alergia alimentaria, hable con el pediatra de su hijo. Nuestros especialistas pueden ayudar con el diagnóstico de alergias a los alimentos y el desarrollo de un plan de tratamiento adecuado. Para obtener más información acerca de la atención especializada en Pediatría Noroeste, visite nuestro Centro de Alergia y Asma.

Categorías: Asma/Alergias
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