La primavera de 2020 presentó a las familias muchos desafíos. Se esperaba que los padres trabajaran desde casa mientras cuidaban de sus hijos, entre otros factores de estrés. Las guarderías, las actividades y los patios de recreo se cerraron. Estos eventos llevaron a muchos niños a entretenerse con más tiempo en la pantalla.
Desafortunadamente, cuando los niños pasan tiempo en los medios de comunicación (incluso si es "educativo"), no están hablando o interactuando con los demás. Esta falta de interacción puede llevar a un menor desarrollo del lenguaje y de las habilidades para resolver problemas.
Con el verano en pleno apogeo y la cuarentena levantada, es hora de romper con los malos hábitos que pueden ser perjudiciales para la salud de su hijo. Centrémonos en la actividad más importante de su vida: JUGAR.
Desarrollo temprano
Ayudar a su hijo a alcanzar su máximo potencial no requiere ningún artilugio de lujo. La mejor manera de promover un desarrollo saludable es a través de un buen tiempo de juego a la antigua. El aprendizaje y el juego tempranos son actividades sociales que estimulan el desarrollo del pensamiento y el lenguaje. A través del descubrimiento lúdico, los niños aprenden habilidades importantes como la resolución de problemas, la colaboración y la creatividad.
Tipos de juego
Juego no estructurado
El juego abierto sin un objetivo de aprendizaje específico tiene muchos beneficios. Ayuda a los niños a encontrar sus propias salidas para la creatividad y la energía física. El juego no estructurado también fomenta el crecimiento social y emocional. El juego libre desarrolla la resistencia. Según los expertos, los niños que desarrollan la capacidad de recuperación aumentan las siete C de:
- Competencia
- Confianza
- Conexión
- Carácter
- Contribución
- Coping
- Control
Juguetes tradicionales
Las investigaciones muestran que los juguetes tradicionales, como los bloques de madera, aumentan la adquisición del lenguaje en comparación con los juguetes electrónicos. El desarrollo social se basa en las expresiones faciales, los gestos, el habla y el tono de voz. Mientras que los juguetes con luces y sonidos restan importancia al compromiso social. Jugar con juguetes como bloques y rompecabezas también puede apoyar las habilidades motoras finas. Y la resolución de problemas con juguetes tradicionales puede promover las habilidades espaciales y matemáticas tempranas.
Hay una variedad de juguetes físicos tradicionales:
- Simbólico o fingido (por ejemplo, muñecas, figuras de acción, coches, juguetes de cocina y utensilios)
- Motor fino, adaptativo o manipulador (por ejemplo, bloques, formas, rompecabezas y trenes)
- El arte (por ejemplo, la arcilla, el colorante, etc.)
- Lenguaje o conceptos (por ejemplo, juegos de cartas, cartas de juguete y juegos de mesa)
- Juguetes físicos y de motor grueso (por ejemplo, coches de juguete grandes, triciclos y juguetes de empujar y tirar)
Los juguetes de estas categorías pueden fomentar la interacción entre el cuidador y el niño, el juego entre iguales y la imaginación.
Juego de simulación
Fingir con personajes de juguete y sus accesorios relacionados anima a los niños a contar historias. Usan palabras para imitar, describir y afrontar circunstancias y sentimientos reales. Este tipo de juego imaginativo promueve el desarrollo del lenguaje y el pensamiento simbólico. Los niños también aprenden el desarrollo socio-emocional y la capacidad de regular las emociones.
Para los niños mayores, jugar con juguetes por sí mismo puede fomentar la creatividad independiente y la investigación. Esto mejora su capacidad para procesar nueva información y dar sentido al mundo que les rodea.
Juego interactivo: construyendo conexiones
Jugar con los cuidadores y los compañeros es clave para construir cerebros, cuerpos y lazos sociales prósperos. Todos los cuales son importantes en el mundo de hoy. El juego apoya la formación de relaciones seguras, estables y enriquecedoras con los cuidadores. Cuando los padres se unen al juego dirigido por los niños, pueden ver el mundo a través de los ojos de sus hijos. Esta comprensión puede, a su vez, ayudar a los padres a comunicarse y ofrecerles una orientación más eficaz.
Los niños menos verbales pueden expresarse mejor a sí mismos y a sus frustraciones a través del juego. Esto permite a sus padres entender mejor sus necesidades. El juego sin distracciones y relajado asegura a los niños que tienen toda la atención de sus padres. Esto conduce a una conexión interpersonal más fuerte.
El juego también ayuda a forjar conexiones entre los niños. A través del juego, los niños aprenden muchas habilidades sociales, incluyendo cómo hacerlo:
- Comparte
- Negociar
- Resolver conflictos
- Autodefensa
- Presta atención.
- Escuchar las direcciones
- Resolver las disputas con palabras
- Centrarse en las tareas sin una supervisión constante
Estas son habilidades de liderazgo y de grupo que pueden ser útiles también en la vida adulta.
Juego físico
El juego físico mejora la salud de los niños al promover cuerpos activos y saludables. La actividad física desde la primera infancia previene la obesidad. Esto puede tener beneficios de por vida para prevenir la hipertensión y la diabetes de tipo 2. El ejercicio promueve un peso saludable y un buen estado cardiovascular. Otros beneficios incluyen la mejora de los sistemas inmunológico, endocrino y cardiovascular. Los estudios médicos muestran que la actividad física disminuye el estrés, la fatiga, las lesiones y la depresión. También puede aumentar el rango de movimiento, la agilidad, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad.
Mentes sanas
Jugar mejora la estructura del cerebro y promueve la función ejecutiva. Ese es el conjunto de habilidades mentales que te ayudan a hacer las cosas. Las habilidades de la función ejecutiva nos permiten:
- Recordar y trabajar con la información de nuestros cerebros
- Perseguir los objetivos
- Enfoque nuestra atención
- Filtrar las distracciones
- Cambiar los engranajes mentales
El juego puede ayudar a los niños a planificar, organizar, llevarse bien con los demás y regular las emociones. El juego también ayuda con el lenguaje, las matemáticas y las habilidades sociales. Incluso ayuda a los niños a sobrellevar el estrés. La comunicación compartida y la alegría que experimentan los padres y los niños durante el juego pueden regular la respuesta del cuerpo al estrés.
Bienestar general
En resumen, el tiempo de juego es esencial para el bienestar social, emocional, cognitivo y físico de los niños, comenzando en la primera infancia. Es una herramienta natural para que los niños desarrollen su capacidad de recuperación a medida que aprenden a cooperar, a superar los desafíos y a negociar con los demás. Jugar también permite a los niños ser creativos.
El juego proporciona tiempo para que los padres se comprometan y se vinculen plenamente con sus hijos. A través del juego, los padres pueden ver el mundo desde la perspectiva de sus hijos.
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