Hay momentos en los que puede ser difícil saber si su hijo está lo suficientemente bien para ir a la escuela. Para los padres que trabajan durante el día, mantener a un niño en casa puede ser una decisión especialmente difícil; sin mencionar las lecciones que pueden perderse y el riesgo de atrasarse en el trabajo escolar. Hay dos cosas importantes a considerar al decidir si enviar a su hijo a la escuela:
- ¿Parece que el niño está lo suficientemente bien como para participar en un día completo de actividades escolares?
- ¿Corren el riesgo de transmitir su enfermedad a otros estudiantes o profesores?
La respuesta no siempre es clara y requerirá algún juicio por parte de los padres. Aquí hay algunas pautas generales para ayudar:
- Los niños con fiebre deben quedarse en casa. Esto se define generalmente como una temperatura de o por encima de 100,5 tomada por vía oral. En el caso de enfermedades febriles, es mejor mantener a los niños en casa hasta que su temperatura haya vuelto a la normalidad.
- Los niños con vómitos o diarrea deben quedarse en casa hasta que estos síntomas se resuelvan.
- Un niño con una tos leve y sin fiebre normalmente puede asistir a la escuela, pero una tos más severa dificultará el funcionamiento del niño en la escuela y es probable que exponga a otros niños.
- Un niño con una infección de oído puede ir a la escuela una vez que el dolor de oído esté bajo control.
- Un niño con un leve dolor de garganta y sin fiebre generalmente puede ir a la escuela. Los niños diagnosticados con faringitis estreptocócica deben quedarse en casa hasta que hayan tomado un antibiótico durante 24 horas.
- El dolor abdominal agudo puede ser causado por muchas cosas y puede ser difícil determinar la causa inicialmente. Si el niño parece tener un dolor significativo o tiene otros síntomas, como fiebre, vómitos o diarrea, es mejor que se quede en casa y que un médico lo evalúe si los síntomas no mejoran rápidamente.
- Los sarpullidos son comunes en los niños y tienen muchas causas diferentes. La mayoría no son graves ni contagiosas. Si su hijo tiene un sarpullido, pero no tiene fiebre ni otros síntomas, generalmente puede ir a la escuela.
- La conjuntivitis (o conjuntivitis aguda) es común y a menudo es causada por un virus. Si los ojos están ligeramente enrojecidos sin ningún tipo de drenaje, normalmente no se necesita ningún tratamiento. Si el niño tiene una secreción ocular espesa, es mejor que consulte a un médico. Si se empiezan a administrar gotas antibióticas, el niño puede volver a la escuela al día siguiente.
Muchas situaciones no tendrán una respuesta definitiva, así que los padres tendrán que usar su mejor criterio. Si no están seguros, hay recursos disponibles para ayudar. KidsDoc Symptom Checker puede ayudarle a determinar si se necesita atención adicional para su hijo, además de proporcionarle consejos para aliviar los síntomas de enfermedades menores. Si tiene preguntas, considere la posibilidad de ponerse en contacto con la enfermera de la escuela para que le dé su opinión, y siempre puede llamar a nuestra oficina para concertar una cita o pedir consejo.