Evitar el tiempo de pantalla para los niños pequeños

Los estudios en curso muestran que demasiado tiempo de pantalla es perjudicial para los niños pequeños. El cerebro de un bebé tarda entre 18 y 24 meses en desarrollarse hasta el punto en que los símbolos de una pantalla llegan a representar sus equivalentes en el mundo real. La Academia Americana de Pediatría recomienda que no se utilicen pantallas para los niños de dos años o menos, y que no se utilicen más de dos horas al día para los niños mayores.

El aumento de la cantidad de tiempo de pantalla puede estar asociado con problemas de comportamiento, ansiedad, falta de sueño, disminución de la actividad y obesidad infantil. Además, un estudio reciente de la Universidad de Toronto reveló que por cada 30 minutos de pantalla a los que se expone un bebé, tiene un 49% más de riesgo de retraso en el habla expresiva.

Incluso la televisión de fondo puede interferir con la capacidad de concentración del niño y los investigadores han descubierto que el ruido de fondo puede impedir que los niños escuchen diferentes sonidos en las palabras, lo que afecta a su capacidad para aprender nuevas palabras y retener las que les han sido enseñadas.

Puede ser tentador usar una pantalla para entretener a su hijo pequeño mientras intenta hacer cosas, pero cuando usa pantallas como niñera, en realidad está moldeando el cerebro de su hijo para que sea MENOS capaz de entretenerse a sí mismo con el tiempo. Los cerebros de los niños pequeños están experimentando enormes cantidades de desarrollo cada día. Los cerebros de los niños pequeños están diseñados para desarrollarse de manera óptima al involucrarse con el mundo físico y con la imaginación, en lugar de ser alimentados con una visión pasiva que pasa por alto la necesidad de imaginación.

A continuación se ofrecen algunos consejos para evitar que su hijo pequeño pase tiempo frente a una pantalla:

  1. Elige juguetes que permitan a los niños crear su propia diversión. Por ejemplo, bloques, materiales de artesanía y disfraces para jugar, todos estimulan la creatividad del niño.
  2. Involucrar a los niños en ayudar con las actividades diarias del hogar. A los niños les encanta imitarnos. Pueden ayudar a recoger la ropa sucia, clasificar los calcetines, barrer los pisos y regar las plantas. Déles su propio cajón de ollas y anímelos a fingir que cocinan cuando usted está haciendo una comida. También es bueno adquirir el hábito de limpiar después de la hora de juego. Anime a su hijo a poner las cosas en su sitio estableciendo un hogar para sus juguetes.
  3. ¡LEE! No sólo a la hora de acostarse, sino también durante el día.
  4. Al suelo y a jugar. Pasa tiempo fomentando el desarrollo del vínculo padre/hijo con el juego activo a su nivel.
  5. Explora el exterior. Sabemos que el Noroeste puede arrojarnos algo de tiempo húmedo. Pero no dejes que la lluvia te detenga. Vístanse como corresponde, reúnanse con otras familias y exploren el exterior. Recuerden que estar en el frío no causa resfríos.
  6. Mantén la electrónica fuera de la vista. Desconéctese completamente de sus dispositivos o considere revisar su correo electrónico, mensajes de texto o medios sociales cuando sus hijos no estén cerca. Establezca una regla sobre la no utilización de dispositivos durante las comidas. Designe lugares libres de medios de comunicación en su casa, como dormitorios y comedores.

Los niños pequeños y los preescolares pueden no parecer ocupados, pero tienen un importante trabajo de desarrollo que hacer. Jugar a la fantasía, construir con bloques, hacer obras de arte, interactuar con sus compañeros y hermanos, cocinar con sus padres, escalar, columpiarse y mirar libros son sólo algunas de estas actividades de desarrollo críticas. Estas actividades ayudan a que el cerebro de su hijo se desarrolle de forma natural, dándole habilidades para la gente, creatividad para resolver problemas, así como convirtiéndose en una base para las matemáticas y el razonamiento.

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