Cuidado de la piel en verano

Cuando pases más tiempo al aire libre durante los meses de verano, recuerda mostrarle a tu piel un poco de amor con la protección solar adecuada. La luz del sol contiene radiaciones ultravioletas nocivas (UVA y UVB) que pueden provocar quemaduras solares, fotoenvejecimiento (arrugas y pigmentación) y cáncer de piel. Una sola quemadura solar grave aumenta el riesgo de que un niño sufra cáncer de piel más adelante. Dado que aproximadamente el 25% de la exposición al sol a lo largo de la vida se produce durante la infancia y la adolescencia, es importante crear hábitos de protección solar desde el principio.

¿Cómo puedo proteger la piel de mi hijo?

Limitar la exposición

Busque la sombra y limite la exposición al sol, especialmente entre las 10:00 y las 16:00 horas, cuando los rayos UV son más fuertes.

Consejo profesional: Utiliza la aplicación meteorológica de tu smartphone para encontrar el número del índice UV. Si es de 3 o más, tu familia necesitará protección solar total.

Usar equipo de protección

Elige ropa oscura para exteriores con un tejido tupido para una mejor protección. Para comprobar su tejido, levántelo para ver la cantidad de luz que lo atraviesa. Menos es mejor. También puedes encontrar ropa de protección etiquetada con un factor de protección ultravioleta (UPF). Las categorías son UPF de 15 a 24 para una buena protección, de 25 a 39 para una muy buena protección y de 40 a 50 para una excelente protección.

Lleve un sombrero con un ala de al menos 5 centímetros alrededor para proteger la cara, las orejas y la nuca. Las gafas de sol deben tener una protección UV del 99% o superior. Busque gafas de sol de tamaño juvenil con protección UV para su hijo.

Aplicar suficiente protección solar

Utiliza la cantidad y el tipo de protección solar adecuados cada dos horas mientras estés al aire libre, independientemente de tu tipo de piel. Se necesita una onza entera (aproximadamente un vaso de chupito) de protector solar para cubrir completamente el cuerpo de un adulto. Los niños pequeños sólo necesitan la mitad de esa cantidad.

También puede utilizar la "regla de la cucharadita". Aplique una cucharadita de protector solar en la cara y el cuello, una cucharadita en la frente, una cucharadita en la espalda, una cucharadita en cada brazo y dos cucharaditas en cada pierna.

Toma la delantera

Recuerde dar un buen ejemplo practicando usted mismo la seguridad al sol.

¿Qué debo buscar en un protector solar?

Cuando compre un protector solar, elija uno que diga "de amplio espectro" en la etiqueta. (Esto significa que protege tanto de los rayos UVA como de los UVB). Un FPS de 15 o 30 suele ser suficiente para la mayoría de las personas. Es necesario realizar más investigaciones para determinar si los protectores solares con más de FPS 50 ofrecen alguna protección adicional. Sin embargo, si no cree que pueda volver a aplicarse el protector solar cada dos horas, un nivel de FPS más alto puede ser beneficioso.

En la medida de lo posible, evite los protectores solares con el ingrediente oxibenzona, debido a la preocupación por sus leves propiedades hormonales. Para las zonas sensibles del cuerpo, como la nariz, las mejillas, la parte superior de las orejas y los hombros, elige un protector solar con óxido de zinc o dióxido de titanio. Estos productos pueden permanecer visibles en la piel incluso después de frotarlos, y algunos vienen en colores divertidos que gustan a los niños.

¿Qué tipo de protección solar es mejor: en barra, en loción o en spray?

Para bebés y niños pequeños: Es una gran idea utilizar protectores solares minerales en barra con al menos un 20% de óxido de zinc. Son una forma fácil y menos sucia de aplicar el protector solar y no hay líquido o loción que pueda entrar en sus ojos y causar irritación.

Para los niños mayores: Muchos dermatólogos recomiendan una crema o loción de base mineral, con un 15-20% de óxido de zinc. Si tu hijo tiene la piel sensible, elige una fórmula sin perfume e hipoalergénica.

Los sprays de protección solar son fáciles de autoaplicar para los niños, pero contienen sustancias químicas propulsoras, que son irritantes y no deben ser inhaladas por bebés y niños. Muchos de estos sprays han sido retirados del mercado por contener una sustancia química nociva llamada benceno. Por estos motivos, los dermatólogos no recomiendan los protectores solares en spray.

Recuerda que cualquier tipo de protección solar es mejor que ninguna.

¿Cuándo debo aplicar la protección solar?

Utiliza protección solar siempre que tú o tu hijo paséis tiempo al aire libre. Puedes sufrir una quemadura solar incluso en días nublados porque hasta el 80% de los rayos UV del sol pueden atravesar las nubes. Los rayos UV también pueden reflejarse en el agua, la arena, la nieve y el hormigón y causar daños solares. Aplique el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de salir al exterior para que tenga tiempo de absorberse en la piel. Si es posible, espere unos minutos antes de vestirse. Deberá volver a aplicarse el protector solar cada dos horas y siempre después de nadar, sudar o secarse con una toalla. Esto es así aunque la etiqueta diga "resistente al agua", porque no hay protectores solares verdaderamente resistentes al agua.

¿Y mi bebé?

Cuando el índice de rayos UV es más alto, entre las 11:00 y las 16:00 horas, intenta buscar la sombra bajo un árbol, una sombrilla o la capota del cochecito. Es especialmente importante mantener a los bebés menores de 6 meses alejados de la luz solar directa tanto como sea posible.

Para los bebés menores de 6 meses: Mantenga cubierta la mayor parte posible de su cuerpo con ropa protectora y un sombrero para el sol. Está bien utilizar un protector solar (preferiblemente uno en el que el óxido de zinc y el dióxido de titanio figuren en la etiqueta como "ingredientes activos") en pequeñas zonas del cuerpo, como la cara, si no se dispone de ropa protectora y sombra.

Para bebés de más de 6 meses: Aplica el protector solar en todas las zonas del cuerpo, pero ten cuidado con el contorno de los ojos. Si el bebé se frota la crema solar en los ojos, límpiale los ojos y las manos con un paño húmedo.

Si el protector solar les irrita la piel, prueba con otra marca o con un protector solar con dióxido de titanio u óxido de zinc. Si aparece una erupción, habla con el médico de tu hijo.

Referencias

Categorías: Seguridad, Mantenerse activo
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